Pasos para conseguir unas sneakers impolutas


Salimos a la calle con nuestras zapatillas favoritas, pensando que hace un día estupendo para lucirlas y que es imposible que nada malo les pase. Vamos andando por la calle, y de repente, ¡noooooo! Pisamos una baldosa suelta y se nos llenan las zapatillas de barro. Llega el agobio porque pensamos que ya no hay solución, ¿van a tener que ir a la basura esas zapatillas que tanto te gustaban? ¿hay que comprar otras? ¿va a estar esa horrible mancha para siempre?

Tranquilos, que hoy en el blog os contamos los trucos para conseguir que vuestras sneakers tengan un hueco en vuestro armario de por vida. ¿Empezamos?

¿Cómo puedo limpiar mis zapatillas de cuero?

Ya sabes que el cuero es un material muy resistente, pero a la hora de la limpieza requiere algunos cuidados. Meter tus sneakers en la lavadora o la secadora puede ser la solución fatal, pues el fuerte movimiento y el agua pueden hacer que tus zapatillas queden hechas un desastre.

Pero no te preocupes, nada que no puedas hacer desde casa. Hoy en el blog te damos unos truquillos para que las manchas en tus sneakers ya no sean su seña de identidad. 

Todo lo que necesitas es agua, jabón suave (el jabón de bebé es ideal para estos casos), dos trapos de algodón, un cepillo especial para pieles (sólo si las sneakers parece que vienen de la selva) y papel de periódico. Los cepillos para limpiar piel los podéis encontrar ya en muchos supermercados, y si no, en cualquier tienda especializada. 

Lo primero de todo es quitar los cordones y lavarlos (estos sí puedes meterlos en la lavadora), ¡no vas a llevar las zapatillas relucientes y los cordones llenos de barro!

Segundo. Mezcla en un recipiente agua fría con jabón. Con un trapo mojado en la mezcla, frota suavemente por toda la zapatilla. Si la mancha es del tamaño de un rinoceronte y con el trapo es imposible quitarla, podéis utilizar un cepillo suave para quitar las manchas que más se agarran, ¡pero no frotéis demasiado fuerte! Estos cepillos pueden desgastar el tejido de la zapatilla.

Tercero. Coge otro trapo humedecido con agua tibia y retira los restos de jabón. ¡Casi hemos terminado! 

Y para terminar...para que tus zapatillas queden como nuevas, déjalas que se sequen, ¡pero no las pongas al sol o en una fuente de calor! Esto puede hacer que pierdan la forma. Para prevenir, introduce papel dentro de la zapatilla mientras se secan, ¡no nos vayamos a encontrar sorpresas cuando nos las volvamos a poner!

Así que ya sabes, la próxima vez que salgas con tus sneakers favoritas y tengas un incidente, no te eches las manos a la cabeza, que todo tiene solución, sigue estos pasos y vuelve a disfrutar de ellas como el primer día 😜

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